¿Existe riesgos al operarme de abdominoplastia?

Toda intervención quirúrgica tiene riesgos, y hasta una extracción de muela puede generar complicaciones severas, motivo por el que la elección del cirujano es altamente importante, así como el seguir las indicaciones del especialista, tanto antes de la operación como luego de ella. Cualquier medicina que se consuma en las semanas previas debe ser comunicada al médico, así como el hábito de fumar, el que deberá ser suspendido temporalmente, pues estos, y otros aspectos, influyen mucho en el resultado de la operación pues los riesgos son mayores para personas con menor capacidad pulmonar, problemas cardiacos, mala circulación, o diabetes. Mucho más riesgoso es el haber tenido una anterior intervención quirúrgica abdominal.

En el caso de la abdominoplastía aunque infrecuentes, las posibles complicaciones que deben tenerse en cuenta son: pérdida de tejido, infección, sangrado, problemas de cicatrización, aparición de fluidos en el tejido subcutáneo, coágulos pulmonares, paro respiratorio y eventualmente la muerte.

Según los primeros informes hechos públicos la causa de los fallecimientos es debida a un tromboembolismo pulmonar (TEP) masivo. Esta entidad consiste en la obstrucción de arterias pulmonares con trombos o coágulos procedentes, en muchos casos, de los miembros inferiores.

Se trata de una complicación muy grave y altamente mortal, que precisa de reanimación y manejo en cuidados intensivos. Es característicamente una complicación potencialmente ligada a toda cirugía de abdomen, bien sea cirugía profunda (digestiva) o superficial (plástica), sobre todo en casos con factores predisponentes.

En la abdominoplastia estética pueden coexistir 3 factores predisponentes al TEP que el cirujano debe prevenir:
  • La obesidad: es fundamental evitar la abdominoplastia en pacientes con obesidad y sobrepeso sustancial. La obesidad es un factor de riesgo general para la trombosis venosa que está en el origen del TEP.
  • La falta de movilidad abdominal: es muy importante estimular al paciente para que se levante de la cama cuanto antes, a la vez que procurar una respiración profunda. La falta de movilidad y una respiración demasiado superficial hacen que la sangre se retenga en las venas y eso favorece el TEP.
  • Le excesiva compresión abdominal: un tratamiento muscular de refuerzo demasiado fuerte o agresivo, o bien realizado en pacientes con abdomen muy compacto y poco depresible, originan una presión sobre las venas del tronco que impide el retorno de la sangre desde las piernas y por consiguiente puede causar el TEP.
  • No son los únicos pero si se puede decir que son de los más importantes. Otros son la existencia de ciertas enfermedades, el padecer de varices en grado severo, no llevar a cabo medidas antitrombosis profilácticas (administrar heparinas de bajo peso molecular, vendaje en las piernas, etc).
Como recomendación y comentario final, de cara a los pacientes que se estén planteando reducir el abdomen, he de recomendar lo siguiente:
  • Si es usted obeso no se opere, pierda peso, luego necesitará aun más la abdominoplastia.
  • Si su abdomen es compacto, duro y poco depresible (lo cual es frecuente en varones), no permita que se lo reduzcan totalmente, sólo parcialmente, pudiendo eliminar sin problemas toda la piel sobrante
  • No olvide que la abdominoplastia se realiza para corregir los efectos de los embarazos y las secuelas de la obesidad, por lo tanto si usted no se encuentra dentro de estos grupos es probable que no deba operarse del abdomen
  • Existen excelentes alternativas parciales a la abdominoplastia cuando ésta es de riesgo, como es la dermolipectomía simple. Esta segura y sencilla operación consiste en eliminar el faldón de piel abdominal inferior, sin despegar la piel ni trabajar la musculatura. Es un procedimiento de bajísimo riesgo, que se puede realizar incluso en obesos, practicable tanto con anestesia epidural como general, y de rápida recuperación.

Luego de la Abdominoplastia … ¿Qué?

Muchas personas consideran que toda cirugía plástica es igual, sin embargo un relleno de labios no es lo mismo que una cirugía de nariz y una liposucción no es igual a una abdominoplastía, que además es considerada un procedimiento quirúrgico mayor. ¿Eso qué significa? Pues no sólo una mayor duración de la intervención sino que compromete más el organismo, por lo que tomará mayor tiempo para la recuperación. Esto debe ser considerado previamente, ya que no se pueden realizar las tareas habituales ni reintegrarse al trabajo, por ejemplo, por unas semanas.

¿Qué puede esperarse luego de la intervención quirúrgica? En realidad es importante saber que los resultados se comenzarán a ver a mediano plazo y el definitivo recién al año. Al inicio el abdomen estará hinchado durante varios días, se pueden apreciar hematomas y habrá dolor en toda la zona operada, por lo que probablemente el cirujano indique analgésicos en dosis adecuada al caso. Se verá una cicatriz muy notoria que, incluso, puede hacerse más evidente con el paso de los días, sin embargo luego de los primeros seis meses comenzará a reducirse y poco a poco se hará casi imperceptible, aunque, como toda cicatriz, jamás desaparece por completo. El uso de productos especiales puede ayudar a una mejor cicatrización y su médico puede informarle al respecto.

En cuanto a la recuperación, no se puede hacer actividad física de inmediato, y el reposo estará de acuerdo a la dimensión de la operación realizada. Cuando se reanude la actividad deberá ser en estricto cumplimiento de las indicaciones del cirujano plástico. Muchos pacientes son autorizados a reiniciar una vida normal alrededor de los 30 días posteriores a la operación y quince días después podrá realizar actividad física o deportes, siempre de acuerdo a la evaluación y criterio de su médico.
Una de las grandes ventajas de la abdominoplastia es su duración, ya que es casi permanente, teniendo los cuidados del caso y si no hay un nuevo embarazo. En caso de una nueva gestación el resultado puede renovarse con otra abdominoplastía, y en el caso de que haya un aumento ligero de peso, no es necesario recurrir al bisturí.

Tips a tener presente antes de la abdominoplastia

Como toda intervención quirúrgica, es imprescindible que se tenga el mayor de los cuidados al momento de elegir al cirujano plástico, y al hacerlo deberá asegurarse que sea un especialista certificado y respaldado por las asociaciones de su localidad. Una vez con él, es necesario que el paciente converse de forma tal que el especialista, en base a la información que recibe, pueda determinar si es conveniente realizar la operación y qué resultados pueden preverse. Sólo si el paciente está debidamente informado puede decidir someterse a la intervención.

En esa primera consulta el especialista pedirá toda la información médica del paciente, su historial de salud (alergias, cirugías anteriores, antecedentes familiares, etc.) y todo lo relacionado a su alimentación, hábitos, productos de consumo regular y actividad, además de realizar una evaluación directa con el objeto de calcular la cantidad de grasa y piel excedente y poder prever lo concerniente al procedimiento. En esa evaluación determinará el estado de la zona abdominal, tanto los músculos como la piel, para lo cual probablemente hará un examen estando el paciente echado y también de pie. Una vez tenga la información completa, incluyendo algunas fotografías que podrá tomar a su criterio, ofrecerá al paciente una descripción de los beneficios que en su caso particular pueden esperarse de la operación, para ver si concuerdan con las expectativas del paciente. De ser así, la intervención puede planificarse.

Hasta aquí, sólo se han dado los dos primeros pasos: elegir al especialista y dialogar con él para determinar los aspectos más relevantes de la operación, sin embargo recién entonces inicia el proceso de preparación, ya que, una vez decidida la abdominoplastía, el paciente deberá seguir, al pie de la letra, las indicaciones preoperatorias que recibirá del cirujano. Lo primero suele ser los exámenes de rutina, de sangre, orina, cardiología, para verificar que no exista ningún desorden. También se indicará, muy probablemente, ciertas especificaciones en la dieta diaria, que se abstenga de fumar, si es el caso, y que se abstenga también de algunos medicamentos que pueden causar complicaciones muy serias en el quirófano (como antiinflamatorios, anticoagulantes y hasta algunos preparados naturales, como el té verde, los que contienen mucha vitamina E, entre otros). Además puede ser, dependiendo del caso, que deba tomar alguna medicina durante el periodo preoperatorio, como vitamina C, por ejemplo, pero sólo si es recetada por su cirujano.

¿Qué es la Abdominoplastia?

Abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico complejo de reconstrucción de la pared abdominal, que consta de eliminación del exceso de piel, del exceso de grasa y la tensión de los músculos de la pared abdominal con el objetivo final de remodelar el abdomen, la cintura y la forma del tronco del cuerpo.

Pese al auge de la cirugía plástica, aún hoy a muchas personas les resulta difícil valorar la importancia de la cirugía abdominal, y hasta pueden burlarse de quienes recurren a ella, sin embargo, la situación es muy diferente para quienes, pese a las dietas y el gimnasio, sufren con ese abdomen distendido y fláccido que con frecuencia acompaña a las mujeres que han tenido más de un hijo, y que se ríe de sus esfuerzos por eliminar todo ese tejido excedente, ya que el estira y encoge de la piel originan su deterioro. También es el caso de los varones que pueden tener brazos y piernas fuertes, estar en un peso relativamente adecuado, pero luciendo siempre una “pancita” que se resiste a todos sus esfuerzos.

Cuando ya se trataron los medios convencionales y nada da resultado, es momento de intentar algo diferente, siempre que sea seguro y eficaz. En ese caso la solución es una abdominoplastía. ¿En qué consiste? Pues la abdominoplastía (también llamada dermolipectomía o lipectomía) es una operación de cirugía plástica estética que elimina el tejido adiposo excedente con la piel que lo recubre y que suele estar muy suelta, permitiendo unir luego los músculos y la piel, devolviendo al paciente un abdomen liso y tonificado. Un sueño hecho realidad.
 

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